La asociación Esperanza Bipolar ya tiene madre. Ester, una mujer que además de acompañarnos en las reuniones, tiene la gran virtud de decir siempre mucho con pocas palabras. A mi me hace especial ilusión que nos eche una mano con el futuro de la asociación porque, con una persona como ella, podemos hacer que la asociación crezca para dar un mejor servicio a las personas que se acerquen por primera vez al centro cívico y a quienes ya disfrutamos de su compañía.

Una mujer con muchos recursos que es un regalo y a quien conocí gracias a Pablo. Una de sus innumerables cualidades es que me hace reir. Y no soy de risa fácil. :))

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